martes, 14 de noviembre de 2017

Escrito: Obesidad y Actividad física.

Es un concepto que todos asociamos a las personas “gordas”, pero del cual no se conoce ni se indaga a menos de que nos afecte de manera directa, según (BENITO, CASAJÚS, & RODRIGUEZ, 2016) “La obesidad es una enfermedad de orden multifactorial, donde están implicados determinantes ambientales y genéticos” en donde intervienen aspectos fundamentales como los hábitos alimentarios, lo cual favorece a una distribución adecuada en la energía que el organismo necesita para poder realizar  las funciones de un día normal de la manera adecuada, en pocas palabras una mala distribución de los nutrientes y como consecuencia una generación y acumulación de grasa en el organismo.
En el mundo actual, lastimosamente nos encontramos con la realidad de que un gran porcentaje de la sociedad es sedentaria y tiene un consumismo de comida poco saludable que tiende a generar obesidad, principalmente en los niños; ya que sí los adultos no comen de manera saludable, no practican actividad física son hábitos que los niños van a ir adquiriendo.  Todos estos factores irán contribuyendo a afectar un desarrollo normal y de gran manera dificultan mantener un peso corporal saludable o simplemente reducir el exceso de peso. (BENITO, CASAJÚS, & RODRIGUEZ, 2016)
 La sociedad no percibe la obesidad en los niños como una enfermedad, por esta razón de manera necesaria e inmediata hay que encontrar solucionas de manera pronta para poder cambiar este pensamiento, es fundamental que esto manejado desde los hábitos alimenticios que son impartidos en casa, fomentar la práctica de actividad física diariamente, por medio de la práctica de un deporte y no solamente pensar en que es suficiente el ejercicio que se realiza en las clases de educación física impartidas por el colegio; y finalmente poder concientizar a toda esta población de que la obesidad infantil constituye un problema social y de que su prevención es una apuesta a futuro, ya que no solamente se les evitará sufrir de más enfermedades a causa de este sobre peso, sino que se podrán tener unos grandes deportistas o al menos personas saludables. (MORA, 2016)
La alimentación de los niños en estas edades es una de las principales causas ya que se encuentra que el consumo de lácteos, verduras y frutas es mínimo, a diferencia que el consumo de alimentos de alto peso energético y bebidas con azúcar.  Porque no es simplemente prohibirles a los niños y jóvenes el consumo de paquetes, de bebidas oscuras, de gaseosas, de la comida chatarra que venden en la esquina de la casa (hamburguesa, perros, papas fritas) para “obligarlos” a comer saludable, ensaladas, frutas y cualquier tipo de vegetales que de alguna manera, suponen que a los niños les va a servir mucho más.  Por esto es importante buscar unas soluciones para que los niños puedan comer las cosas que quieren, porque es normal que a esta edad deseen más una hamburguesa que una sopa, con el simple de hecho de invertir un poco más de dinero, para por ejemplo realizar esta hamburguesa de manera casera donde se tendrá la seguridad que todos los componentes de esta serán buenos y ayudarán en la alimentación de los niños, además que mentalmente el niño se sentirá bien, porque no estará dejando de comer esos alimentos que de otra manera no le generarían los nutrientes que necesitan.
La población infantil y juvenil posee unas necesidades nutricionales específicas de acuerdo a su potencial de desarrollo, a la energía que necesitan para poder realizar todas las actividades diarias que tienen, sin embargo, hay un gran desconocimiento sobre la alimentación adecuada, o el concepto de llevar una dieta saludable, lo cual repercute de una manera negativa en el desarrollo de la obesidad en estas edades.  Adicionalmente que el tiempo que se dedica a ver televisión, a los juegos de video, es sumamente mayor al tiempo que se le dedica a la práctica de un deporte o realizar actividad física, por lo tanto es fundamental desde las edades tempranas, fomentar en los niños un gusto por practicar cualquier deporte o como mínimo por mantener un estado de salud adecuado por medio de la actividad física. (BENITO, CASAJÚS, & RODRIGUEZ, 2016)

Referencias

BENITO, P., CASAJÚS, J., & RODRIGUEZ, G. (2016). Actividad física, ejercicio y deporte en la lucha contra la obesidad infantil y juvenil. Nutrición hospitalaria, 33.
MORA, A. C. (2016). LA PREVENCIÓN DE LA OBESIDAD UNA APUESTA A FUTURO. CORREO FARMACEUTICO MADRID, 19.


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