Es
un concepto que todos asociamos a las personas “gordas”, pero del cual no se
conoce ni se indaga a menos de que nos afecte de manera directa, según (BENITO, CASAJÚS, &
RODRIGUEZ, 2016)
“La obesidad es una enfermedad de orden multifactorial, donde están implicados
determinantes ambientales y genéticos” en donde intervienen aspectos
fundamentales como los hábitos alimentarios, lo cual favorece a una
distribución adecuada en la energía que el organismo necesita para poder
realizar las funciones de un día normal
de la manera adecuada, en pocas palabras una mala distribución de los
nutrientes y como consecuencia una generación y acumulación de grasa en el
organismo.
En
el mundo actual, lastimosamente nos encontramos con la realidad de que un gran
porcentaje de la sociedad es sedentaria y tiene un consumismo de comida poco
saludable que tiende a generar obesidad, principalmente en los niños; ya que sí
los adultos no comen de manera saludable, no practican actividad física son
hábitos que los niños van a ir adquiriendo.
Todos estos factores irán contribuyendo a afectar un desarrollo normal y
de gran manera dificultan mantener un peso corporal saludable o simplemente
reducir el exceso de peso. (BENITO, CASAJÚS, & RODRIGUEZ, 2016)
La sociedad no percibe la obesidad en los
niños como una enfermedad, por esta razón de manera necesaria e inmediata hay
que encontrar solucionas de manera pronta para poder cambiar este pensamiento, es
fundamental que esto manejado desde los hábitos alimenticios que son impartidos
en casa, fomentar la práctica de actividad física diariamente, por medio de la
práctica de un deporte y no solamente pensar en que es suficiente el ejercicio
que se realiza en las clases de educación física impartidas por el colegio; y
finalmente poder concientizar a toda esta población de que la obesidad infantil
constituye un problema social y de que su prevención es una apuesta a futuro,
ya que no solamente se les evitará sufrir de más enfermedades a causa de este
sobre peso, sino que se podrán tener unos grandes deportistas o al menos
personas saludables. (MORA, 2016)
La
alimentación de los niños en estas edades es una de las principales causas ya
que se encuentra que el consumo de lácteos, verduras y frutas es mínimo, a
diferencia que el consumo de alimentos de alto peso energético y bebidas con
azúcar. Porque no es simplemente
prohibirles a los niños y jóvenes el consumo de paquetes, de bebidas oscuras,
de gaseosas, de la comida chatarra que venden en la esquina de la casa
(hamburguesa, perros, papas fritas) para “obligarlos” a comer saludable,
ensaladas, frutas y cualquier tipo de vegetales que de alguna manera, suponen
que a los niños les va a servir mucho más.
Por esto es importante buscar unas soluciones para que los niños puedan
comer las cosas que quieren, porque es normal que a esta edad deseen más una
hamburguesa que una sopa, con el simple de hecho de invertir un poco más de
dinero, para por ejemplo realizar esta hamburguesa de manera casera donde se
tendrá la seguridad que todos los componentes de esta serán buenos y ayudarán
en la alimentación de los niños, además que mentalmente el niño se sentirá
bien, porque no estará dejando de comer esos alimentos que de otra manera no le
generarían los nutrientes que necesitan.
La
población infantil y juvenil posee unas necesidades nutricionales específicas
de acuerdo a su potencial de desarrollo, a la energía que necesitan para poder
realizar todas las actividades diarias que tienen, sin embargo, hay un gran
desconocimiento sobre la alimentación adecuada, o el concepto de llevar una
dieta saludable, lo cual repercute de una manera negativa en el desarrollo de
la obesidad en estas edades.
Adicionalmente que el tiempo que se dedica a ver televisión, a los
juegos de video, es sumamente mayor al tiempo que se le dedica a la práctica de
un deporte o realizar actividad física, por lo tanto es fundamental desde las
edades tempranas, fomentar en los niños un gusto por practicar cualquier
deporte o como mínimo por mantener un estado de salud adecuado por medio de la
actividad física. (BENITO, CASAJÚS, & RODRIGUEZ, 2016)
Referencias
BENITO, P., CASAJÚS, J., & RODRIGUEZ, G. (2016).
Actividad física, ejercicio y deporte en la lucha contra la obesidad infantil
y juvenil. Nutrición hospitalaria, 33.
MORA, A. C. (2016). LA PREVENCIÓN DE LA
OBESIDAD UNA APUESTA A FUTURO. CORREO FARMACEUTICO MADRID, 19.
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